Tuesday, June 3

60 días

60 días y todo sigue igual, el mismo sentimiento, el mismo dolor, y la misma ansiedad, que aunque he tratado de disimular, noche a noche vuelvo a recordar y no consigo enterrar.

60 días derramando lagrimas en silencia y sin sentido, como la muñeca fea de aquella canción para chiquillos, en silencio por no tener con quien compartirlas y sin sentido por que tu me lo confirmas.

60 días cuestionándome de la misma manera y obteniendo la misma respuesta, la cual no tengo… por que nunca me la diste, lo único que obtuve fue un discurso, que tomaste de la última película melodramática que viste.

60 días soportando una aguja clavada en el corazón, dolor que no debió durar ni una hora, por que fuiste el encargado de provocármelo, y de agrandarlo, conforme pasaron las horas, y los días.

60 días huyendo de una verdad y una desicion que yo no dictamine, que no pensé, y que si me hubieses preguntado no participado pero en la cual tengo que respetar, por que así se estipularon las reglas del juego.

60 días diciendo ya basta y convenciéndome a mi misma, pero por muy alto que grite mi corazón todavía no puede escuchar, por que esta terminando de sanar, y aunque mi cabeza insista y luche para convencerlo, sigue resistiéndose, una vez mas.

60 días guardando y protegiendo una esperanza, la cual hasta hoy, tuve encerrada en las palmas de mis manos como una mariposa que pudiera escapar, pero aunque se que todavía no es para mi el mejor momento para dejarla marchar, hoy la arrojo al aire, esperando que pueda tener un buen hogar.

Para ti....

Porque cuidaste de mí siempre que lo necesité, porque estas conmigo aun a pesar de mis errores y lo mejor es que no me juzgas, al contrario me das opiniones, a escondidas pero con eso me ayudas a ser mejor persona.

Porque con tu bondad me diste fortaleza para enfrentar mi vida sin temor a equivocarme, al fin de cuentas quien no sufre una caída es porque no esta en ningún camino. Y siempre me enseñaste a mirar al frente, y no voltear jamás.

Te quiero de la misma manera que tu me quieres a mi, sin condiciones, sin esperar que hagas algo para quererte.

Soy afortunada porque Dios te escogió a ti como mi ángel, para que me dieras consuelo cuando estoy triste, para que me cobijes con tus brazos cuando tengo miedo, para que sonrías cuando tengo éxito y lo más importante para que te ame, por el simple hecho de ser mi madre.